En una entrevista recientemente publicada en Educared, Nora Elichiry, especialista en psicología educacional, analiza algunos aspectos vinculados con las prácticas tradicionales de evaluación: los exámenes. En el diálogo, se plantean algunos aspectos interesantes que pueden vincularse con este tema que estamos transitando en la Diplomatura: los materiales didácticos, su implementación, selección y evaluación.
En rigor, son estos diferentes eslabones de los procesos de enseñanza-aprendizaje que estamos analizando. ¿Cómo seleccionamos los materiales? ¿Cómo los implementamos? Y, después, ¿cómo evaluamos nuestra tarea y la de los estudiantes?
Nora Elichiry sostiene que rara vez nos detenemos a pensar en la forma en la que los alumnos estudian, pero después exigimos que "rindan" en los exámenes. Esta instancia, además, resulta altamente traumática (en muchas ocasiones) no solo para los chicos sino para toda la familia. Ahora, yo llevo este planteo a una instancia más: en la Universidad, donde aprenden los que enseñan, la forma de evaluar es la misma. No hay alternativas muy distintas más que la instancia del examen, frente a un "tribunal examinador"...
Volviendo a la escuela, el planteo de la especialista es interesante. Es preciso vincular el examen al proceso de aprendizaje, como una instancia más. Esto, además de descomprimir presiones, nos obliga a pensar en estrategias de enseñanza también en este aspecto: se debe enseñar a estudiar, enseñar a aprender, enseñar a hacer y enseñar a ser evaluados. En este sentido, para no desvincular la evaluación del proceso de aprendizaje, Nora Elichiry dice que es preciso tener en cuenta ciertas consideraciones:
* el conocimiento se construye en forma específica según dominios (lengua, matemática, física, ciencias sociales etc.) con características diferenciadas en cada uno. La didáctica – como teoría de la enseñanza – contribuye con sus aportes a cada uno de esos dominios;
* el aprendizaje es una actividad socialmente situada;
* el sujeto que aprende, en todas la edades, es un sujeto activo que piensa tiene hipótesis, saberes previos, se plantea preguntas y formula interrogantes;
* aprender es comprender;
* aprender implica “esfuerzo” individual destinado a modificarse a sí mismo por lo cual supone persistencia;
* el aprendizaje supone motivación interna del aprendiz. La motivación es el componente energético del ser humano que direcciona, dirige y determina la planificación y actuación del sujeto. Implica la integración de procesos afectivos y cognitivos (pensamiento, inteligencia, aprendizaje);
* en el concepto de aprendizaje subyacen teorizaciones sobre la naturaleza del conocimiento y sobre el desarrollo intelectual que es necesario develar.
No hemos agotado las reflexiones sobre este tema; antes bien, esta es la "punta del iceberg", el puntapié inicial para seguir cuestinando y cuestionándonos sobre nuestras prácticas como estudiantes y como docentes.