sábado, junio 23, 2007

Nuevas propuestas en la enseñanza


Una (posible) definición de blog o weblog me permitirá comenzar mi reflexión de hoy. Un blog es, entre otras cosas, una herramienta de interacción, que permite producir y publicar contenidos en la red sin la necesidad de ser experto en informática. Como los diarios tradicionales, los blogs recogen las vivencias y opiniones de sus autores; es decir, comunican información desde un determinado punto de vista. Representan, a su vez, el paso a la multiplicidad de formatos y lenguajes y forman parte de un entramado social en el cual los contenidos se dinamizan, resignifican y renuevan permanentemente, basados en la idea de comunidades y redes.

Ahora bien, más allá de cualquier definición, el blog se asocia con la palabra, con la escritura. Como dijo Daniel Krichman, "aprender y enseñar hoy tienen que ver con poder escribirlo, con la narración de la experiencia, con su contextualización, con el valor con el que seamos capaces de investir a cada palabra...".
Desde este lugar, es interesante reflexionar sobre dos aspectos que considero centrales. Por un lado, la necesidad de repensar (para replantear) nuestras prácticas docentes; es decir, comenzar a acortar las distancias que existen entre nosotros (docentes-adultos), inmigrantes de las tecnologías, y muchos estudiantes (jóvenes), nativos en estas prácticas, para poder aprender y enseñar con mediación de las TIC's.
Por otro lado, el uso de formatos específicos, como el blog, también implica la necesidad de repensar (para replantear) las prácticas de lectura, y por ende, de escritura. Este punto me parece clave: así, a través de las bitácoras es posible gestionar “conversaciones” que se articulan, palabra escrita mediante, en función de los contenidos elegidos por su autor. Esto requiere (al menos idealmente) que quien postea en un blog lo haga partiendo de una autorreflexión sobre el lenguaje, sobre el valor de la palabra escrita. Este hecho, por sí solo, si se logra, ya implica un aprendizaje. Aprendizaje que transita en un doble sentido: aprender a traducir en una hoja (o, mejor dicho, en una página web) lo que pensamos; aprender a leer con una dinámica diferente (hipertextual, hipervincular), lo que nos sumerge de lleno en la necesidad de reflexionar sobre las implicancias de las nuevas narrativas, la Web2, la cibercultura...
En definitiva, creo que es posible usar los blogs en muchas más situaciones de aprendizaje que las que, a simple vista, pueden pensarse. Evidentemente es necesario partir de un doble replanteo: la reformulación de nuestras prácticas de enseñanza/aprendizaje y la resignificación de nuestras prácticas de escritura y de lectura.

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